Saturday, February 23, 2013

Tipos de managers




Como desde hace una decena de años que me tengo que relacionar con una gran variedad de personas, mi cerebro, que posiblemente no esté estructurado de una forma muy compleja, se vale para esto de una estratagema muy simple, como pude descubrir hace algún tiempo. Dispone de unas pocas etiquetas, de las cuales asigna una a la persona frente a mí. Una vez hecho esto, caigo automáticamente en un patrón predeterminado de comportamiento que, en la mayoría de los casos, me ayuda a lograr mi objetivo.

Es esto especialmente notorio en mis actividades de negocio, cuando tengo que lidiar con algún manager, término anglosajón para los jefes y jefecitos que pululan en las organizaciones.

—Ah—, podría decirme mi mente, —he aquí un policía. ¿A quién diablos se le habrá ocurrido ponerlo de jefe de ventas en vez de guardia de la entrada de servicio?— O, en otro caso, me pregunta, —¿Cómo puede ser que este rumiante de números tan tieso lo hayan hecho relaciones públicas?—

Ese es exactamente el problema de las organizaciones. Tienen gente muy competente, pero insisten en colocarlos en los lugares equivocados. Al empleado que clasificaríamos de tipo empresarial lo tienen trabajando en el archivo. El que es buen negociador está limpiando los baños. Y así sucesivamente. Un par de enroques, y mejoraríamos tanto a las organizaciones.

Aunque alguien fuera capaz de hacer estos cambios de la mejor forma posible, siempre quedaría un problema: Los jefes del tipo político. Estos son personajes obsesionados con el poder, que siempre aparecen donde con unas pocas palabras pueden dar una buena imagen con el fin de recoger más puntos para la próxima promoción. No trabajan ni les interesa mejorar nada que no se su handicap en el golf. En realidad sólo hay un lugar en las organizaciones adecuado para ellos: la cúspide. Lo malo que es un espacio muy reducido y que este tipo de manager abunda.